El Islam eterno

Bismi-Llāhi-r-Raḥmāni-r-Raḥīm

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Šayj Ibrāhīm Niyās

Traducido al español por ʿUmar al-Galliqī y revisado por Samir al-Tijani

[Reproducido con el permiso del editor del libro « Las perlas de la Efusión Divina: Discursos seleccionados de Shaykh al-Islam Ibrahim Niasse », de Zakariya Wright y Yahya Weldon, con una introducción del Šayj Ḥasan ibn ʿAlī Cissé (Atlanta: African American Islamic Institute, 2006) , p. 29-36.] 

Este discurso fue pronunciado por el Šayj Ibrāhīm durante la celebración del nacimiento del Profeta (Mawlid) en Medina-Kaolack (Senegal), el 19 de julio de 1965. Una versión inglesa del discurso apareció por primera vez el 25 de julio de 1992, en la edición de la revista « Al Faydatou Tijania » (El Cairo: Muḥammad Maʾmūn Niasse). El discurso fue pronunciado originalmente en wolof. No se conoce el nombre del traductor. Sin embargo, las personas que se ocuparon de redactar el número (y por tanto se ocuparon también de la traducción, al menos algunos de ellos) fueron: Bachir Niasse, Babacar Seck, Ali Sokhna, Ali Biteye, Sidi Arabi Niasse, Ibrahim Thiam, Ibrahim Sall, Boubacar Thiam y Arab Diop. Se ha publicado una versión ligeramente diferente en la obra de Abdul Hakim Halim (ed.): « Shaykh al Islam al Hajj Ibrahim Niasse, Tariqa Tijaniyya: escritos seleccionados sobre Shaykh Ibrahim Niasse » (Detroit: African American Islamic Institute, 2000, p. 19-26). Presentamos aquí una nueva versión de este discurso debido a que se encontraban algunas incoherencias persistentes en las traducciones anteriores. Los números entre paréntesis después de las citas remiten a los capítulos específicos y a los versículos del Corán que está citando el Šayj Ibrāhīm.

***

¡Alabado sea Allāh, que nos ha honrado y favorecido enviándonos a nuestro señor Muḥammad! La Gracia y la Paz de Allāh están con él ahora como en la época de las generaciones anteriores. Allāh ha dicho a propósito del Profeta: {Y no te hemos enviado sino como una Misericordia para los mundos} (Cor 21:107). Por medio de él, Allāh nos ha bendecido con Su Revelación, Su camino claro para quienes se esfuerzan en la rectitud. Con él, Allāh ha mandado la religión de la Verdad, {con el fin de elevarla por encima de todas las otras religiones} (Cor 61:9). ¡Que la paz y las bendiciones de Allāh sean con él, con su Familia, con sus virtuosos Compañeros y con todos los que lo sigan hasta el Día del Juicio!

Con ocasión del Mawlid – el recuerdo del nacimiento de la luz misma, la esencia de la pletórica salvación en este mundo y en el siguiente -, renovamos nuestra adhesión a la fe del Islam, la religión eterna de Allāh. En efecto, la satisfacción de Allāh radica en nuestro rechazo de cualquier cosa que no sea el Islam. Como se dice en el Corán: {Quien desee otra religión que el Islam, nada será aceptado de él} (Cor 3:85).

El Islam es la creencia en un solo Dios. La aceptación de la Voluntad de Allāh es lo que el Noble Gentío considera como la realización de la justicia. El Corán revela que todos los Profetas de Allāh han utilizado la misma palabra para definir su religión: « al-islām », es decir « sumisión ». El Islam es sin duda la religión universal que abarca todas las otras religiones. Las imperfecciones del hombre no pueden ocultar o modificar su belleza esencial. El Islam es la creencia y la forma de adoración prescrita a los Profetas Ibrāhīm, Mūsā e ʿĪsā. Su significado no ha cambiado: renunciad a vosotros mismos a favor de la adoración de Allāh y no os dividáis entre vosotros a Su propósito. En cuanto a las otras religiones, el Corán afirma que han sido alteradas por sus seguidores tardíos. Así pues, las religiones se van alejado irremediablemente de la verdad esencial del « islām » antes de quedar anuladas por las revelaciones ulteriores. La última revelación, que abroga todas las revelaciones anteriores, es la religión de Muḥammad – ¡la paz y las bendiciones de Allāh sean con él! {Esta comunidad vuestra es una comunidad única. Yo soy vuestro Señor, ¡adoradMe pues!} (Cor 21:92).

Este es el refugio y la ayuda que estamos ofreciendo al mundo entero, a los Africanos, a los Europeos, a los Asiáticos y a los Americanos: {Di: « ¡Oh Gente del Libro! Convengamos de una fórmula aceptable para nosotros y vosotros, según la cual no adoraremos nada aparte de Allāh, no Le asociaremos nada y no tomaremos a nadie de entre nosotros como Señor fuera de Él ». Y si vuelven la espalda, decid: « Sed testigos de que nos hemos sometido »} (Cor 3:64).

La doctrina del Islam es simple y sus principios no están limitados a un tiempo o un lugar particulares. En efecto, no hay nada digno de ser adorado aparte de Allāh. Muḥammad – ¡la paz y las bendiciones de Allāh sean con él! -, es el siervo de Allāh y Su Mensajero. Todos los seres humanos son iguales: no hay superioridad del blanco sobre el rojo, el amarillo o el negro, excepto en la piedad. Y la piedad, como dice el Corán, es simplemente cumplir con los mandatos de Allāh y alejarse de Sus prohibiciones.

El Islam insiste también en la importancia de la familia, ya que sus derechos están inextricablemente unidos a la sociedad y al mundo en general. El Islam nos ha explicado claramente el modo en que deben realizarse todas las relaciones sociales, desde las obligaciones que uno tiene con sigo mismo hasta las obligaciones que tiene con su familia, la sociedad y el gobierno.

Corresponde a cada individuo, sea hombre o mujer, que tenga una buena conducta y una buena educación. El Profeta – ¡la paz y las bendiciones de Allāh sean con él! – dijo: « El mejor de los creyentes es el que tiene mejor comportamiento ». Allāh mismo alabó a Su Profeta diciendo: {Ciertamente, sí, eres de un carácter eminente} (Cor 68:4). Y ʿĀʾiša dijo: « Su carácter era el Corán ». Su comportamiento es un ejemplo para los otros hombres, e incluso para todas las criaturas. Un buen musulmán se esfuerza por mejorar su comportamiento y por ser útil a sus semejantes.

En el Islam, la base de las relaciones familiares es el amor y la bondad. Allāh dice: {Y entre Sus signos está el haberos creado esposas nacidas entre vosotros, para que os sirvan de quietud, y el haber suscitado entre vosotros el amor y la bondad} (Cor 30:21). Y también ha dicho a propósito de las mujeres: {Son vestidura para vosotros y vosotros lo sois para ellas} (Cor 2:187). Y también: {Ellas tienen derechos equivalentes a sus obligaciones, conforme al uso} (Cor 2:228). Sin embargo, {los hombres tienen autoridad sobre las mujeres} (Cor 4:34). Esta preeminencia refiere a los hombres que se ocupan de su mujer y de la administración de su familia, una función indispensable en la unidad familiar así como en otras asociaciones.

El Islam considera la sociedad como la unión de los miembros de un mismo cuerpo. Por esta razón, los Musulmanes deben ocuparse del bienestar de los necesitados y de los pobres, aportándoles ayuda mediante obras de caridad. Allāh ha dicho: {Ayudaos unos a otros a cumplir con el bien y la piedad} (Cor 5:2).

En relación a la autoridad, Allāh ha dicho: {Vuestros asuntos se arreglan mediante consulta mutua} (Cor 42:38). Allāh ha establecido al Profeta – ¡la paz y las bendiciones de Allāh sean con él! – como ejemplo para los que poseen autoridad: {Por una Misericordia venida de Allāh, has sido suave con ellos. Si hubieses sido brusco o duro de corazón, habrían huido lejos de ti. Sé indulgente con ellos y pide el perdón de Allāh en su favor. Y consúltales sobre los asuntos. Y cuando hayáis decidido, confiad en Allāh} (Cor 3:159).

Nuestro Señor es Uno. Y todos nosotros descendemos de una única persona: Ādam. ¡Oh Musulmanes de Oriente y Occidente! Debemos valorar este inmenso tesoro que contiene todo cuanto necesitamos para establecer la paz, la prosperidad y el progreso. No hay seguridad, ni salvación, ni paz, para quien no se aferra a esta única cuerda de Allāh. {Aferraos a la cuerda de Allāh, todos juntos, sin dividiros} (Cor 3:103), dice Allāh. Y el mejor consejo viene de quien ya ha puesto en práctica su propio consejo, puesto que es imposible enseñar a los demás lo que uno mismo no ha aprendido.

¡Oh Gente del Islam! Aquellos de entre nosotros que han dejado los principios de nuestra religión para imitar los usos y costumbres de los no-musulmanes van hacia la ruina. El materialismo solo puede alimentar al ego, no al espíritu. Y sin la espiritualidad del Islam, solo hay devastación. En estos días especialmente, que los creyentes sientan en sus corazones humildad ante Allāh y agradecimiento por la verdad que les ha revelado. No seamos como los que recibieron los antiguos Libros revelados. Sentían impaciencia en la espera del Decreto de Allāh y sus corazones se volvieron duros.

La comunidad musulmana floreció al principio de su historia, ya que siguió las prescripciones del Sagrado Corán. {Ciertamente Allāh no cambia la condición de un pueblo mientras su gente no cambie lo que tienen en sus almas} (Cor 13:11). Si queremos protegernos contra los peligros evidentes que acechan a nuestra comunidad desde el horizonte, debemos reconsiderar nuestro modo de actuar. Debemos unirnos bajo el estandarte de la Misericordia y de la Clemencia para conseguir una seguridad total en las dos moradas.

Resulta obligatorio para los predicadores musulmanes llamar al Islam dando consejo sincero y rechazando la vulgaridad y la injusticia. ¡Y qué bendición la de estos predicadores suscitados en el seno de la comunidad musulmana para llamar a la bondad, cooperar en la justicia y la benevolencia, y prohibir la injusticia y la transgresión!

En un ḥadīṯ relatado por ʿAlī, el Profeta – ¡la paz y las bendiciones de Allāh sean con él! – dijo: « ¿Qué sería de vosotros si vuestras hijas se volvieran corrompidas y vuestras esposas viciosas ?». Los Compañeros le preguntaron: « ¡Oh Mensajero de Allāh! ¿Cómo podría suceder eso? ». Dijo el Profeta – ¡la paz y las bendiciones de Allāh sean con él!: « Eso y mucho más ha de acontecer si se permite que el vicio sea considerado virtud y la virtud vicio ».

Han transmitido Abū Dāwud y at-Tirmiḏī, que Abū Sahlaba le preguntó al Profeta – ¡la paz y las bendiciones de Allāh sean con él! – acerca del versículo: {¡Oh creyentes! ¡Ocuparos de vuestras almas!} (Cor 5:105). El Profeta – ¡la paz y las bendiciones de Allāh sean con él! – dijo: « Exhortaros al bien y ayudaros mutuamente. Y prohibid el mal. Si se obedece a la avaricia y se sigue la lujuria, el orden del mundo se invertirá y todo el mundo se sorprenderá con lo que verá. Os encomiendo purificar vuestras almas ».

Es obligatorio enviar apóstoles musulmanes para exponer el Islam a los no-musulmanes. Y a quienes dicen que esto es contrario al Islam, les recomendamos que consideren el ḥadīṯ de ʿAmr ibn al-ʿĀṣ transmitido par aṭ-Ṭabarānī, en el que el Profeta – ¡la paz y las bendiciones de Allāh sean con él! – dice: « Al igual que Jesús, el hijo de María, envío a sus apóstoles, yo envío a Muʿāḏ ibn Ÿabal, Sālim mawlā Abī Ḥuḏayfa, Ibn Abī Kaʿb e Ibn Masʿūd ». Un hombre preguntó: « ¿No son Abū Bakr y ʿUmar más efectivos para ello? ». El Profeta respondió: « No puedo prescindir de ellos. Su relación conmigo es como la vista y el oído en el cuerpo humano ».

Los Musulmanes, y especialmente los Sabios, deben asumir la misión de llamar a todos los seres humanos a lo que es beneficioso para ellos, porque en verdad, llegará {un día en que fortuna e hijos no serán de ningún beneficio, excepto para quien se presente ante Allāh con un corazón limpio} (Cor 26:88-89).

Los gobernantes del mundo musulmán deben hacer todo cuanto pueden para lograr la unidad de los creyentes, tanto con sus palabras como con sus actos. Los Musulmanes no deben excluir a nadie por cuestión de raza o de color de piel. El vínculo de la religión está por encima de cualquier otro vínculo, por lo que el Islam condena toda división racial y tribal.

A todos los gobernantes del mundo que tienen autoridad sobre los Musulmanes, ya sean ellos mismos musulmanes o no, a todos ellos los invito a que eviten aplicar medidas que están en contradicción con el Noble Corán. Los Musulmanes nunca apoyarán una acción que ensucia el honor del Islam. Estos gobernantes deben establecer severas sanciones contra todos los que practican la usura. {Allāh ha hecho lícito el comercio pero ha prohibido la usura} (Cor 2:275). {Allāh anula sus ganancias y multiplica los frutos de la caridad} (Cor 2:276), es decir que la usura no tiene ningún beneficio en la otra vida y tampoco proporciona beneficio para la economía de los países aquí y ahora.

¡Oh musulmanes! Muchos pueblos de África y Asia han conseguido recientemente independizarse de la dominación colonial. Pero su nueva soberanía nacional no les garantiza de por sí la estabilidad. La opresión y la injusticia aún envenenan sus sociedades, sin que los Musulmanes puedan escapar de este mal. Algunos Musulmanes están tan hartos de esta situación, que incluso prefieren ser gobernados por no-musulmanes. Sin embargo, las desigualdades y las injusticias por las que se indignan no pueden ser atribuidas al Islam en sí mismo, sino únicamente a ciertos líderes reaccionarios, los cuales están muy lejos de los verdaderos principios de su religión.

Pido a Allāh que preserve a los Musulmanes de las fechorías de los injustos. El Profeta – ¡la paz y las bendiciones de Allāh sean con él! – ha dicho, tal y como ha sido transmitido por al-Bujari: « Hay tres tipos de injusticia: la que nunca es perdonada por Allāh, la que puede ser perdonada por Allāh y la que Allāh siempre compensa ». La injusticia que nunca es perdonada es el širk, es decir el hecho de asociar copartícipes con Allāh. La injusticia que Allāh puede perdonar es la que cometen los siervos de Allāh contra sí mismos al dejar las prescripciones de Allāh. La injusticia que Allāh siempre compensa es la que uno comete contra otro ser humano.

Vigilad con la injusticia, ya que si persiste, solo puede llevar a la destrucción. Un creyente puede vivir toda su vida con gente sin fe, pero no va a durar mucho si vive con gente injusta. Y hoy en día, muchos gobernantes utilizan todos los medios a su disposición para fines injustos.

No puedo terminar este discurso sin citar unos versículos extraordinarios del Corán, un Libro que podría servir de Constitución para todos los países del mundo: {Sigue el camino recto como te ha sido ordenado y no sigas sus pasiones. Di: « Creo en todo Libro revelado por Allāh. Se me ha ordenado que sea justo con vosotros. ¡Allāh es nuestro Señor y vuestro Señor! Nosotros responderemos de nuestros actos y vosotros de los vuestros. ¡Que no haya disputas entre nosotros y vosotros! Allāh nos reunirá. ¡Y hacia Él va el destino! »} (Cor 42:15). El significado de estos versículos es claro. Nadie puede interpretarlos de un modo erróneo, ya sea una persona o una comunidad.

En estos días de celebración para el mundo musulmán, me siento orgulloso de poder reunirme con todos los Musulmanes, incluyendo a mis hermanos árabes musulmanes aquí presentes. La diversidad étnica de nuestras celebraciones no debe sorprender a nadie, porque todos somos hermanos a través del Islam: nuestras acciones están interrelacionadas, nuestras esperanzas y nuestros sufrimientos están unidos. Mi esperanza de que yo y todos vosotros seamos de los salvados radica en Allāh.

Concluyo con una oración dirigida a Allāh, el Altísimo. Le pido que perfeccione, ayude y eleve a la comunidad de Muḥammad en su conjunto, estén donde estén sus miembros en todo el mundo, hasta que, enaltecidos, puedan gobernarse a sí mismos con lo que Allāh ha revelado. ¡Que Allāh os conceda la prosperidad en esta vida y en la otra! ¡Y quiera Allāh que todos obtengamos la salvación y la bendición!

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